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La casita del horror

La leyenda de la calle de la Soledad

Esta historia nos traslada a una época donde dos hombres se decidieron aventurar a un suburbio de este pequeño pueblo, todo gracias a un consejo.

Una vez tomada la decisión, tomaron sus cuchillos para protegerse y los guardaron en sus fajas, e hicieron escudos con sus sacos de dormir. Eran las 6 de la tarde del mes de julio.

Luego de un largo viaje, llegan finalmente a la Soledad, donde logran divisar una única casa de adobe, la cual está casi destruida.

Sin embargo, de esa casucha salió la sombra de un hombre, el cual permanecía en aquel lugar alejado del mundo, luchando contra todo y contra sí mismo.

Los hombres tomaron sus cuchillos y se aproximaron hacia él, sin embargo, y para su sorpresa, este había desaparecido sin dejar rastro, todo frente a sus ojos.

Esto asustó a los hombres, los cuales intentaron ser valientes y se fueron a buscarlo, pero sin éxito. Esto les aterró aún más y cayeron desplomados al suelo. En medio de este temor, rezaron a la virgen que alejara a ese ser de la oscuridad.

La calle de la Soledad
La calle de la Soledad

El hombre colgado

Una vez recobraron el aliento, los hombres salieron de ahí. Y antes de que todo volviera a la normalidad, 8 días después comenzó un rumor de que un hombre se había colgado en la villa.

Los dos hombres, como muchos otros, sintieron curiosidad y se acercaron al lugar, donde, para su terror, vieron el cuerpo de un hombre completamente negro, desnudo, con la lengua afuera y con heridas. Estos sintieron mucho terror, pues les recordó la escena que vivieron en la noche.

Este hecho llegó a los oídos del Cura del Templo de Encino, el cual le pidió a todas las personas que no caminaran por la Calle de la Soledad, bajo ningún concepto, y si estaban obligados hacerlo, que entonces lo hicieran rápidamente rezándole a la virgen de la soledad.

Los dos hombres no hicieron caso, y dos semanas más tarde, regresaron al lugar donde se encontraba el cuerpo, y para su sorpresa, seguía allí, sin rastro de descomposición. De repente escucharon una voz que susurraba que acusaran a aquel mal hombre.

Días después, comenzó una búsqueda para dar con aquel hombre que pretendía invocar al demonio para zafarse de la justicia definitivamente. Sin embargo, fue capturado. Cumplió una condena de 10 años, en la cual cambió y se arrepintió de lo que había hecho.

Regresó al pueblo y le rezó a la virgen de la soledad pidiendo perdón. Desde ese entonces vivió de la caridad de las personas.

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