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La casita del horror

La leyenda del duende

El duende

¿Eres de esas personas que disfrutan relajándose se sobre una hamaca?

Las hamacas son utilizadas en diferentes partes de México de manera común, por su bajo costo y fácil instalación. Sin duda son un lugar cómodo para dormir, para relajarse tomando el sol en una playa o simplemente mecerse un rato, pero en Chiapas dejaron de utilizarlas por una extraña razón.

Según los dichos y rumores, una noche sin previo aviso comenzó a aparecer un ente, o fenómeno al que llamaron el duende, una criatura invisible que perturbaba a todo aquel que estuviera descansando en una hamaca.

Este acontecimiento hizo que la mayoría de las personas se la pensaran dos veces para dormir sobre uno de estos cómodos balancines.

Se narra que la primera persona a quien le sucedió este fenómeno fue un nativo de Juchitán, Oaxaca, de nombre Vicente, caporal en el rancho ganadero “Las Brisas”, quien al visitar su tierra y volver a Chiapas trajo consigo una hamaca sumamente cómoda, que se transformó en la envidia de los peones.

Una noche mientras se encontraba descansando, algo inicio a agitarlo fuertemente, dándole vueltas, desafiando la gravedad y finalmente tirándolo de su lugar de reposo. Inmediatamente, algunos hombres que escucharon sus gritos se acercaron a ayudarlo.

Todo mundo quedo desconcertado, aquel caporal dormía solo y ninguno de sus compañeros de trabajo le jugarían una broma de esa magnitud. Muchos hombres comenzaron a esparcir el rumor de que un espíritu antiguo dueño de la hamaca fue el causante de todo ese embrollo.

Hechos similares comenzaron a ocurrir en diferentes casas, con otros individuos como sus protagonistas. Se creía que alguna persona había perdido la vida en una hamaca y su espíritu volvía para espantar a aquellos que se hallaran durmiendo en una.

Los dichos explotaron por todos lados, pasando de familia en familia, de casa en casa, para cuando menos esperaron la gran mayoría de las personas preferían dormir en el suelo que atraer a aquel duendecillo del que se hablaba.

Hubo personas que afirmaron haberlo visto, algunos alegando que era un ser alto y larguirucho, mientras que otros afirmaban se trataba de un ser diminuto, de todos modos, un rumor coincidía y era que no consentiría que nadie descansara en una hamaca durante las noches.

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