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La casita del horror

La leyenda de la laguna verde de Coapilla

Este relato nos cuenta que, en una ocasión, hace mucho tiempo atrás, existió un pozo en el cual, en sus cercanías, vivía una familia compuesta por tres personas; el papá, la mamá y la hija.

Cuando la mujer falleció, el hombre consiguió a otra a la que desposó y se llevó con él. Sin embargo, a la pequeña le parecía mala esta mujer, pues no le trataba bien y hasta le golpeaba.

Un día, el hombre tuvo que salir a trabajar durante algunos días, por lo que la niña se quedaría a solas con su madrastra.

Todos los días, la niña iba al pozo a recoger agua en un cántaro, la cual utilizarían para llevar a cabo las tareas del hogar. Sin embargo, a la pequeña siempre se le rompía, por lo que nuevamente la enviaban por más y conseguía el mismo resultado. Tanto era así que la mujer se cansó y le pegaba a la niña.

La mujer decidió darle una canasta para que trajera agua, pero de igual modo esta se escapa por los agujeros y la niña era castigada. Entonces la pequeña usó su ingenio para intentar tapar los agujeros, pero no funcionaba.

La laguna verde de Coapilla
La laguna verde de Coapilla

Un día se le apareció un hombre y le preguntó a la pequeña que por qué lloraba, esta le contó. A lo que el hombre le dijo que la intentara llenar nuevamente y vería como no se escapa. La pequeña lo hizo y llevó el agua a casa, pero su madrastra la reprendió por llegar tarde.

Al otro día, el hombre se apareció nuevamente ante la pequeña y vio que la regañaron, por lo que le ofreció que se fuera con él y viviría como reina. Esta aceptó. A los días regresó el papá y le preguntó a su mujer por la pequeña, y esta le dijo que se ahogó en el pozo. Entonces el hombre acudió a este a llorar y se le apareció el hombre.

Le preguntó por qué lloraba y este respondió que porque su hija murió, entonces este le confesó que no era cierto, que cerrara los ojos y estaría con su hija. Y así hizo, apareció donde estaba la pequeña. El hombre quería llevársela a casa, pero el otro no dejó, y le ofreció un cofre para que se llevar a casa, con la condición de que no lo abriera en tres días y que la mujer no lo abriera. Y así hizo, pero la mujer lo abrió antes de tiempo y se convirtió todo en avispas.

De esta forma, el lago quedó encantado para siempre, y con el paso del tiempo, las personas cuentan que suceden cosas extrañas, como la aparición de muñecas, peces dorados, entre otras cosas.

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