Prácticamente en todos los estados y municipios de México, podemos encontrarnos una leyenda o relato, que nos habla de una dama que fue atropellada en medio de una carretera o un camino. Por ello no es raro escuchar historias de automovilistas que aseguran haberse encontrado con alguno de estos entes.
La historia que se narra
Hace mucho tiempo un hombre estaba transitando en su camión por la carretera que va de Monterrey a Saltillo. En medio de su camino observo a una dama haciendo autostop, o como lo conocemos en México, pidiendo aventón a los conductores que pasaban por ahí.
Aquel hombre decidió ayudar a la dama sin mayor inconveniente. Ella le aseguro que su destino estaba un poco más adelante, y no lo desviaría de su rumbo.
Desde un principio la dama se mostró reservada, pero también con algo de frío. El hombre siendo muy cortes con ella, le presto una sudadera roja para que dejara de temblar, y al llegar a su destino le permitió conservarla para abrigarla el resto del camino, asegurándole que pasaría al día siguiente para recuperarla.
Tal como el hombre menciono, a la mañana siguiente paso para pedir le devolvieran su sudadera, y para su sorpresa, quien abrió aquella puerta fue una mujer desconocida para él.
Esto no fue extraño para nada, bien podría ser su hermana, una compañera de casa, o alguna conocida de visita. El hombre explico el motivo de su llegada mientras observaba una fotografía de la mujer en la pared, la cual indico de inmediato.
En ese instante quien abrió la puerta le contó que eso era imposible, pues era su hermana a quien estaba señalando, y el problema radicaba en que ella había perdido la vida dos años atrás.
Se cuenta que él no podía creer lo que escuchaban sus oídos, pero aquella persona que lo recibió fue tan amable como para llevarlo hasta el lugar de descanso de la mujer, mismo lugar donde hallo su chamarra roja.