Antes de continuar, es importante que sepas que en la frontera de Colima y Jalisco, se encuentran dos gigantescos volcanes, tan opuestos como el día y la noche, pues uno es de fuego y el otro está cubierto de nieve.
El relato nos transporta al reino de Collimán, que se traduce como “El sitio donde gobierna el dios de fuego”.
A los pies del volcán, se encontraba un palacio, el cual era enorme, bello y lleno de riquezas. En este habitaba el gobernador de Collimán. Todo transcurría con perfecta normalidad.
No obstante, todo estaba a punto de cambiar, pues un día chocaron dos mundos. En ese momento, el Rey de Collimán se cruzó con el Virrey de Nueva España. Poco se sabe al respecto del encuentro, pero este último estaba tan lleno de ira que ordenó que el palacio en Collimán fuera castigado.
De esta forma, los habitantes de Collimán vivieron un infierno, pues se les prohibió el acceso a cosas tan vitales como el agua y la comida. Todos los días eran un sufrimiento constante y no había esperanzas de que la situación cambiara, pues el Virrey había dado la orden.
Una noche, el Rey de Collimán, decidió ponerse en marcha para terminar con ese infierno que estaba viviendo el pueblo. Así que junto a sus seguidores más fieles o séquitos, actuaron en las sombras.
Sin embargo, el hecho de ocultarse en las sombras no ayudó, pues fueron descubiertos por el ejército del Virrey, el cual ordenó que fueran perseguidos y eliminados. Fue en ese momento donde el gobernador de Collimán junto a sus seguidores salió huyendo del lugar, y pisándole los pies estaban la armada.
¡Continúa!
Estos los persiguieron hasta la cima del volcán, justo en el cráter. El gobernador de Collimán y sus seguidores se encontraban rodeados por cientos de hombres armados, los cuales tenían la misión de asesinarlos. Debido a que no había una solución aparente, entonces decidieron acabar ellos mismos con sus vidas antes de ser capturados y asesinados por el ejército del Virrey.
Fue así como saltaron hacia el fuego del volcán, acabando con sus vidas, pero sintiendo la libertad de haber elegido su muerte, en lugar de que otros lo hayan hecho.
Si por algo eran conocidos los habitantes del pueblo de Collimán, era por su enorme orgullo. Esa trágica noche murieron el Rey, sus guerreros y doncellas más fieles.
La leyenda cuenta que desde esa noche, cada vez que el volcán ruge o sale humo de él, se debe a que el antiguo Rey de Collimán está enojado por alguna mala acción contra su pueblo, o incluso porque algún rey de su descendencia ha maltratado a su pueblo.
A día de hoy, esta leyenda sigue estando presente en la cultura de Colima y es un relato muy importante para todos los habitantes.