
¿Has escuchado de Tepotzotlán? Se trata de una localidad ubicada en el Estado de México, considerado un pueblo mágico donde se narra una leyenda muy interesante y fuera de lo común.
Según el relato, en aquella localidad llego el diablo en búsqueda de una piedra para su casa, tal y como te lo digo, una simple piedra de lava volcánica de dimensiones gigantescas, sin mayor razón que poseerla y llevársela. Bueno, tal vez el demonio tenía algún propósito al conseguirla, sin embargo, ese propósito no lo conocemos y no es relevante para nuestra historia.
Continuando con nuestro relato.
El diablo ató aquella roca con unos mecates que llevaba consigo, metros y metros de soga para poderla transportar, la amarro fuertemente con sus mejores nudos, dejando un poco de lazo para echársela encima, pero cuál sería su suerte que cuando se dispuso a cargarla esta no salió. La roca era demasiado grande y pesada incluso para él.
Trato de sacar la roca con toda su fuerza, jalo el mecate, maniatándola de toda clase de formas, primero para un lado, luego para el otro, uso palancas y árboles cercanos, pero la roca no cedía, lo intentaba y lo intentaba, pero no había resultado alguno. Fue tanto el esfuerzo y empeño que puso en su tarea que cada cierto tiempo rozaban sus costillas sobre la roca, las cuales poco a poco se fueron marcando hasta quedar impresas a simple vista.
Como mencione, el diablo trato por todos los medios posibles de mover la piedra, pero finalmente sus esfuerzos no lo llevaron a absolutamente nada, la mañana llegaba, el sol estaba a punto de salir, y con él, el canto de un gallo se escuchó a lo lejos indicando que su tiempo había terminado, forzándolo a renunciar a aquella preciada roca que nunca pudo conseguir.
Evidentemente, el diablo prefirió irse y olvidarse de todo el asunto, al fin y al cabo, no se terminaría el mundo por dejarlo atrás, desapareciendo. Aun así, los pobladores más tarde hallaron la roca con extrañas marcas, las marcas de las costillas del diablo impresas como única evidencia de la faena por la que atravesó el diablo aquella noche.