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La casita del horror

La leyenda de Santa Inocencia, la niña de la Catedral de Guadalajara

Santa Inocencia, la niña de la Catedral de Guadalajara

En Guadalajara aún se cuenta la peculiar historia de una niña, cuyo cuerpo aún se encuentra conservado dentro de la Catedral de Guadalajara, gracias a un cubrimiento de cera, el aspecto inocente de lo que fue alguna vez un pequeño ser humano, es hoy parte de las figuras más emblemáticas de esta Catedral.

Este es un relato que se ha mantenido emergente desde la Guadalajara antigua, por lo que al pasar los años ha ganado distintos nombres según la historia por la que rodeen a esta pequeña niña, leyendas y relatos referentes a los milagros que han ocurrido a su alrededor.

Leyenda de la niña de la Catedral de Guadalajara

Hace muchos años existió una niña muy linda la cual llevaba por nombre “Inocencia” esta niña era muy buena con sus compañeros de clase, escuchaba atentamente y siempre parecía ser la más callada de todas las niñas, tal vez por un poco de vergüenza pero siempre compensando con buenos actos y gestos hacia sus amigos.

Inocencia se encontraba un día escuchando como sus compañeras hablaban sobre la comunión y lo importante de este sacramento, a lo que solo pudo sentirse emocionada por lo que aquello significaba, quería tomar ese paso en su corta vida y alegre de tener la oportunidad de estar acompañada por sus amigas, ese mismo día llego a su hogar y contenta le comento a su padre sobre su primera comunión.

La niña se encontraba más que feliz, no tenía idea de que su padre por otro lado, no creyera en aquel sacramento, y menos cuando a golpes trato de quitarle esa idea de la cabeza, su padre no creía en ninguna religión y luego de golpearla brutalmente le prohibió acercarse a cualquier persona que creyera en Cristo.

¡Aún no termina!

A pesar de su mal encuentro, Inocencia se mantuvo por días fuera del salón en donde sus compañeros estudiaban el catecismo, recitando para sí misma todas las oraciones y cantos, un día una monja la observo y le pregunto el por qué no entraba a estudiar junto a los demás niños, a lo que la niña le explico lo que su padre había hecho.

Aquella monja le regalo a la pequeña niña un vestido con el que pudiera tomar su primera comunión, pero el día de la eucaristía, convencida la niña de que había hecho una buena acción, llego a su casa para decirle a su padre lo maravilloso que había sido.

Al momento de que su padre, un hombre testarudo y de mal carácter luego de la muerte de su esposa, supo lo que su hija había hecho, se evento hacia ella con un cuchillo en mano, quitándole la vida a su pequeña hija en un solo golpe, los vecinos escucharon su grito y corrieron a ver que sucedía pero no encontraron más que el pequeño cuerpo de la niña con su vestido blanco, tirada en el suelo de la cocina.

Conociendo a la pequeña Inocencia y su devoción a Dios, la llevaron hasta la Catedral de Guadalajara, en donde reposa su cuerpo en paz, es hoy una representación del amor que mantuvo por la eucaristía, el espíritu infantil y es considerada una inspiración para los creyentes de la iglesia.

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