
Los tesoros malditos no son tan abundantes como uno creería. Dentro de las leyendas existen historias de dinero enterrado que no se logra encontrar, otro que simplemente fue robado, pero en el caso del oro de Carranza todo cambia, ya que se cree que todo aquel que lo encuentre sufrirá una terrible muerte.
Esta historia surge en Tetla, Tlaxcala, en la que se conoce como la segunda etapa de la revolución mexicana. Se dice que una vez que Carranza huía de Álvaro Obregón, llevó consigo un gran tesoro que finalmente le fue robado y oculto en diferentes sitios de la región.
Desde entonces se narran historias de cofres llenos de oro, que algunos lugareños han obtenido con horribles consecuencias.
La primera de las desgracias perteneció a un humilde campesino dedicado a la cría de ganado. En una ocasión el hombre llevó a sus animales a pastar, cuando uno se alejó del resto guiándolo hasta donde halló un cofre lleno de metales preciosos.
El campesino inmediatamente intentó llevárselo, pero debido al peso fue incapaz de lograrlo por lo que corrió por ayuda al pueblo. Ahí, muchos de sus vecinos lo acompañaron para mirar el descubrimiento, pero una vez que llegaron el cofre que antes guardaba riquezas ahora estaba lleno de cenizas.
La gente por alguna razón se encolerizo con él, creyendo que les estaba jugando una broma y en medio de la rabia lo apalearon hasta quitarle la vida.
Un segundo acontecimiento relacionado a este tesoro maldito, fue el de una pareja de chicos que paseaba por el campo cuando miraron una caja vieja y descuidada. Se acercaron y la abrieron. Se regocijaron al ver la cantidad de joyas que poseía.
Los chicos por supuesto corrieron para darle aviso a sus padres quienes de igual manera fueron a ver qué estaba ocurriendo, pero al acercarse a la caja una vez más el tesoro se transformó en cenizas.
Este acontecimiento disgustó terriblemente al padre de la chica, quien molesto se abalanzó contra el chico, lo que a su vez hizo que su padre interfiriera e iniciarán una pelea hasta que uno de los dos acabó con la vida del otro.
Las historias sobre estos cofres se repiten uno tras otro. Algunos piensan que es debido a la codicia que atrae esa cantidad de fortuna, pero también a que dentro de las joyas existe alguna mala energía que provoca muerte tras muerte a todo aquel que las haya.