Hay una carretera que conecta a Mexicali con Tijuana que su sola mención pone los nervios de punta de cuantos la conoce: La Rumorosa.
Es bien sabido que ese trayecto posee curvas peligrosas incluso para los conductores más expertos, pero tampoco se limita a los múltiples accidentes que se suscitan. Pues esas letales curvas están acompañadas por diversas leyendas sobre apariciones.
Choque contra las piedras
Cuentan los pobladores de las cercanías a La Rumorosa que existió un chófer de tráiler que conducía a toda prisa. Su apuro estaba bien justificado, porque su amada esposa estaba pronta a tener a su hijo. Pero las curvas y la velocidad, nunca han sido buenos amigos.
Así esas vías serpenteantes junto a su exceso de velocidad, provocaron que perdiese el manejo del vehículo. Fue posible evitar la colisión, impactó de frente contra los peñascos.
Tras el impacto, el hombre bajó del tráiler confundido y errante. Casi como un reflejo, reviso si tenía heridas. Grande fue su alivio al verse sin un rasguño. Era seguro que su fiel compañero de rutas, no podía llevarlo a ninguna parte.
Sin otra opción, resolvió esperar que alguien tomase esa ruta y pedirle apoyo apenas verlo. Su plan era que le diesen un “empujón” hasta la ciudad. Pasado un buen tiempo, seguía solo entre esos peñascos.
La espera trae cansancio, así el hombre cayó rendido por el sueño. Al despertar, había anochecido y fue en aumento su confusión. Decidió caminar, estuvo un buen tiempo andando enrumbado a la salida de La Rumorosa.
Se quedó de piedra, cuando luego de tanto andar se encontró nuevamente en el punto de partida: su tráiler accidentado. Luego de tres días, encontraron el vehículo pero sin rastros del hombre.
La petición del trailero
Dicen los lugareños que en una oportunidad, pasó por allí un joven conductor de tráiler. Atraído por los ademanes de un sujeto, se detuvo. El individuo se identificó como Francisco Vásquez, necesitaba urgentemente hacerle llegar dinero a su mujer.
Lo triste es que contaba con una limitante, su tráiler se descompuso y le era imposible abandonarlo. El noble joven se apiadó del desgraciado, así que se puso a la disposición para socorrerlo.
El afectado lo ilustró sobre cómo llegar a casa de su esposa, enseguida el joven se puso en marcha. Sin embargo, un escalofrío lo estremeció cuando se despidieron.
Solo un día después, el muchacho consiguió el hogar y llamó a la puerta. Una señora lo atendió, este consultó si se trataba de la mujer de Francisco Vásquez. Esta respondió asintiendo, el joven a su vez le entregó el dinero explicándole lo que pasó.
La mujer se quedó en una pieza, rompiendo a llorar ante el asombro del muchacho. Apenas pudo explicó que su esposo murió 5 años atrás. Llevado por el terror, el joven abandonó el hogar y se fue al propio.
Bastó que llegase para encontrarse casi de bruces con el trailero fantasma. Del susto dio un brinco. El trailero le agradeció de forma efusiva su ayuda, desapareciendo acto seguido.
Los que conocen la leyenda, cuentan que el espectro hizo la misma petición a muchas otras personas. De hecho, el joven lo supo al conversar con varios compañeros.
Los resultados fueron muy distintos. Pues muchos otros incumplieron con la encomienda. ¿Las consecuencias? Sus cuerpos fueron deteriorándose en vida, hasta acabar cual cadáveres. Sin embargo, hay quienes dicen que la esposa siguió recibiendo el dinero de quienes obraban de buena fe y socorrían al muerto.