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La casita del horror

La leyenda de los novios de Cuesta Blanca

Esta leyenda comenzó en el pueblito del Rosario, en un hotel que contaba con el mismo nombre. Se narra que aquel lugar no era un sitio caro o para personas de demasiado perfil económico, pero sí algo conocido porque algunas celebridades lo visitaron, como Maria Félix, Dolores del Río y Marlon Brando.

Fue por esto que Camilo y Victoria eligieron hacer su boda en este sitio. La celebración se llevó a cabo en el salón Azteca, donde los enamorados pasaron un bello momento al lado de sus seres más cercanos, hasta la media tarde, justo cuando comenzó a llover y fue hora de partir a su luna de miel.

Camilo y Victoria pasarían su luna de miel en Europa. Sin embargo, la lluvia combinada al hecho de que transitaban por Cuesta Blanca, un sitio muy famoso por los accidentes que solían ocurrir. Ahí perdieron la vida.

Resulta que mientras recorrían la autopista una vaca que andaba algo desorientada se atravesó en su camino, obligando a Camilo a dar un volantazo que lo llevó a estrellarse contra un muro de contención. Camilo salió proyectado del automóvil, y Victoria algo aturdida por el impacto apenas lograba mantenerse en pie.

Los novios de Cuesta Blanca
Los novios de Cuesta Blanca

No se sabe cuánto daño sufrió Victoria en este punto, pero sí sabemos que al mirar a su esposo agonizante trato de pedir ayuda a los automovilistas que pasaban ahí indiferentes. 

Victoria en medio de su desesperación decidió plantarse a media carretera para obligar a alguien a detenerse, pero como si fuera un mal chiste, el siguiente vehículo fue un camión de carga que no logró detenerse.

El conductor originalmente huyó del lugar, pero al día siguiente carcomido por la angustia y la pena, terminó confesando a la policía guiándolos hasta el lugar. Ahí miraron el cuerpo de Victoria junto a Camilo inexplicablemente. El conductor afirmó que eso era imposible ya que había terminado a un costado de la carretera.

Desde entonces se narra que algunas personas han llegado a mirar a una mujer, que se pone a mitad de la carretera pidiendo ayuda, y cuando las personas bajan su velocidad para socorrerla, ella simplemente dice… “Ya es demasiado tarde” y se desvanece frente a ellos.

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