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La casita del horror

La leyenda de la cascada de Basaseachi

La cascada de Basaseachi

La cascada de Basaseachi está ubicada en la región de la Sierra Tarahumara y hace siglos atrás, cuando las tierras no eran dominadas por los españoles, hubo una zona llamada Alto de Tarahumara, dirigida por un hombre conocido como Candameña. Él era el padre de una joven mujer de nombre Basaseachi.

Nadie podía olvidar el rostro de esa chica porque su belleza causaba impacto, según los cuentos tradicionales. Justo porque muchos hombres tenían intenciones de casarse con Basaseachi, su padre decidió establecer retos para que solo los que realmente se lo merecían, pudieran estar con su hija.

En medio de varios retos, solo cuatro pretendientes de Basaseachi pasaron las intensas pruebas del líder de la zona. Ellos fueron Carichí (el de las filigranas de la cara al viento), Tónachi (señor de las cimas), Pamachi (el de más allá de las barrancas) y Areponápuchi (el de los verdes valles).

Todos ellos pudieron probarle a Candameña que merecían ser el marido de su hija. Sin embargo, había una prueba final que era el verdadero reto para entregarle a uno de sus hombres, el honor de su hija.

Llegó la tragedia

Así, durante la realización de la prueba final, los cuatro pretendientes de la hermosa mujer, fallecieron. Como era de esperarse, este hecho causó un hondo pesar y tristeza en Basaseachi, quien tomó la trágica decisión de lanzarse al vacío desde una cima de la región y falleció.

Los relatos mexicanos dicen que un brujo fue capaz de transformar el dolor de Basaseachi en una cascada, por lo que el ánima de la que una vez fue una de las mujeres más deseadas de la localidad, ronda llena de pena y dolor. En cuanto a Candameña, después del suicidio de su hija, desapareció.

Nunca nadie más en la región supo del paradero del ex líder de la comunidad. Pero, los mismos lugareños se encargaron de nutrir la historia de que el espíritu de Candameña también vaga sin rumbo fijo en la cascada de Basaseachi con la intención de hallar a su amada hija.

Toda esa increíble historia solo logró reforzar la cultura y la tradición de la comunidad de los Tarahumaras, quienes cumplen con todo un rito espectacular con el que rinden culto a sus antepasados.

Muestra significativa

Los miembros de esta etnia tienen bien definido un principio de la naturaleza, en la que dejan claro que existen solo el macho y la hembra. Este lema lo representan usando unas cintas con dos puntos sobre sus cabezas.

Muchos turistas nacionales y de otros países se dirigen a la cascada de Basaseachi con el fin de conocer un poco más de esa leyenda, oír a los ciudadanos y saber de cerca qué pasó.

Por supuesto, que con el paso de los años, varios elementos se van agregando a ese mito. Lo que es cierto, es que los vecinos se niegan a perder el amor y el respeto por su cultura e historia. Basaseachi pertenece al sentir del pueblo y por ello, aún en esta década se habla de su desgracia.

Constantemente, la etnia de los Tarahumaras se reúne con el único fin de alabar y honrar a su princesa, que aunque desaparecida físicamente, su historia guarda toda una oda al amor y la tragedia. La sierra sigue guardando secretos y mitos que en gran medida, se quedarán así, escondidos.

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