En esta ocasión te vengo a contar todo acerca de la conocida Casona de Chihuahua, un edificio construido por Luis Terrazas durante el año 1888, y que se encuentra ubicado en la avenida Ocampo y esquina con calle Aldama, en la colonia centro.
Hoy en día este edificio es un afamado restaurante, sin embargo, diferentes relatos afirman que estas instalaciones también son testigos de diferentes hechos paranormales. Entre algunos de esos acontecimientos te puedo mencionar:
El fantasma de la pelota azul
Se cuenta que en un principio este lugar fue habitado por Luis Terrazas, quien la mando construir para residir en ella junto a su esposa y sus 12 hijos.
En esta parte déjame comentarte que la historia tiene dos versiones, una en la que uno de sus muchachos se disparó por accidente dentro del sitio llevándolo a perder la vida, mientras que la segunda afirma que este acontecimiento ocurrió en otra casa, pero que al mudarse, su espíritu llego acompañándolos.
Después de esto al muchacho se le vio jugando cerca de las escaleras con una pelota azul.
Recuerdos de un convento
Posteriormente de la trágica historia con el hijo del dueño original, nos encontraremos con la creación de un convento.
Esta parte de la historia sucedió cuando la heredera Elena, hija de Luis Terrazas presto dicha propiedad a las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado durante la persecución religiosa que provoco el cierre de los templos y escuelas religiosas.
Este es el principal motivo por el que se atribuye la aparición de ángeles y figuras celestiales en el lugar.
Un fantasma de la actualidad
Esta historia proviene de una niña pequeña que visito las instalaciones entre los años 80´s y 90´s.
La inocente niña era hija de una de extrabajadora de ese sitio. Hoy sabemos que ella se encontraba visitando a sus antiguos compañeros al lado de su hija, pero de un segundo para otro desapareció sin dejar rastro de que haya estado ahí.
Evidentemente, la madre se puso como loca al percatarse de su desaparición, e iniciaron a buscarla por todas partes.
Los excompañeros de trabajo recorrieron todo el edificio e incluso le gritaron tratando de llamar su atención, después de mucho alboroto la hallaron dormida en un pequeño recoveco al lado de la caja registradora.
La madre aliviada le pregunto dónde se había metido, a lo que la niña le contesto que estaba jugando y platicando con una niña. En ese momento no había ninguna más que ella.
Hoy día esa niña ya es una mujer mayor e incluso en estos días afirma que eso fue verdad.