En Tomochi, Chihuahua (México) existe una leyenda aterradora que ha pasado de generación en generación. Se trata de la historia de Teporaca, “El Hachero”, un indígena que lideró una rebelión de la etnia Tarahumaras contra los colonizadores españoles en el año 1653.
Se llamaba Gabriel Teporaca y se le responsabilizó por la destrucción de la Villa de Aguiar y por asesinar a niños y mujeres por igual, sin contemplación. Por esos horrores, fue capturado por los europeos, quienes lo condenaron a morir en la horca, ejecución que se llevó a cabo el 4 de marzo de 1653 en Tomochi.
El relato dice que el sacerdote español Juan Tello le pidió al indio Teporaca que confesara sus crímenes para que pudiera ser perdonado por Dios, sin embargo, “El Hachero” se negó y exigió que lo colgaran sin mucho protocolo. Añadió que no tenía ningunas intenciones de conocer a Dios, porque “estaba con el diablo”.
El líder indígena murió colgado y los españoles ordenaron que su cuerpo permaneciera expuesto en la horca, para que todos en el pueblo aprendieran la lección. El cadáver fue consumido por las alimañas, los gusanos y las aves de rapiña.
Espíritu que acecha
A raíz de la muerte de “El Hachero” comenzó la leyenda. Los lugareños de Tomochi dicen que el alma del indio no fue recibida en el cielo, sino que quedó vagando sin rumbo fijo. Era una forma de castigo para él por haber asesinado a personas inocentes, incluidos religiosos.
Entonces, Teporaca se manifestaba emitiendo sonidos similares a los de un cuervo, o a través de lamentos y quejidos que se escuchan en los precipicios de las montañas cercanas. Es un sonido parecido a la súplica, a la tristeza por haber muerto sin arrepentirse de sus crímenes.
También, algunos testigos de la localidad mexicana afirman haber visto la figura de “El Hachero” colgando de un árbol, tal como fue ejecutado. Mientras pende de la cuerda, le pide a los transeúntes que lo bajen para que pueda finalizar su pena y alcanzar la paz que debería darle la muerte.
Aunque es una leyenda muy conocida, poco a poco ha perdido fuerza. Pero, aún hay gente que debe movilizarse entre otros pueblos, que afirma ver la imagen aterradora de Teporaca. Incluso lo oyen pidiéndole ayuda a quien lo puede mirar. Dicen que es común encontrar el cadáver en las noches muy oscuras y con fuerte viento.
Parte de la cultura
La leyenda de Teporaca, “El Hachero” ha servido tanto para asustar a los niños que se portan mal, como para atraer la atención de los turistas, quienes se sienten fascinados por este mito. Mientras que los residentes de Tomochi todavía creen que el alma de ese indígena guerrero vaga sin encontrar la paz.
Unos ven como un verdadero logro ver el fantasma del indio, pero otros creen que es una especie de maldición que siempre acechará a quienes viven en esta región de Chihuahua. Los cierto es que este mito, forma parte de la historia azteca.