
¿Has escuchado hablar de historias de brujas?
En Aculco estado de México, ocurrió un hecho que llena de temor a las personas hasta el día de hoy, y no solo por lo que se narra alrededor de este relato, sino porque también existe un árbol que fue testigo y protagonista de tales acontecimientos.
Pero ¿Qué ocurrió?
Pues resulta que una bruja, como venganza, tomo el alma de 3 niños inocentes y los encerró en un árbol que vive hasta nuestros días.
Con esta información ya te estarás preguntando ¿Cómo se dieron tales acontecimientos?
Pues resulta que por aquellos entonces vivía una mujer de larga cabellera, algo delgaducha, y si te estás imaginando de mal ver, te comento que estás muy equivocado, porque era todo lo contrario, pues era muy guapa y atractiva.
Ya estarás pensando que con tal belleza atraería a muchos hombres que la pretenderían y rogarían por su amor; sin embargo, déjame decirte que una vez más te estarías equivocando de tal afirmación, pues aunque guapa también inspiraba una cierta desconfianza entre los varones, que preferían mantenerse alejados de ella.
No se sabe el motivo exacto para que ella iniciara a desear un hijo, se cree que ella misma se veía a así misma como una buena madre, que podría tener una familia.
Aun así, los rumores y dichos, mantenían a todos los varones lejos de ella, imposibilitándola de concebir un hijo propio, y al mismo tiempo alejándola de la dicha de ser madre.
La mujer trató por todos los métodos posibles, conocidos y por conocer, buscando cada vez más ayuda en fuerzas oscuras que lo único que le provocaron fue amargura y rabia.
Un día la mujer caminaba por la calle y escucho aún par de mujeres hablando de ella. Como te imaginaras nada era bueno, la criticaban de una forma despreciable, al mismo tiempo que se burlaban de ella.
Tal vez fue este el motivo que tuvo para llevar a cabo una venganza implacable en contra de aquellas mujeres que a diferencia de ella si tenían hijos.
Llena de rabia grito a los cuatro vientos, clamando por el maligno, pidiendo que la ayudara. Se dice que aquel día, aquella invocación fue tan escalofriante que todo mundo sintió miedo en el poblado y sus alrededores.
De alguna manera la gente la señalo como la responsable de todo, y para terminar con cualquier cosa que pudiera estar haciendo, los vecinos tomaron cuchillos, machetes, antorchas y caminaron hasta el hogar de la mujer donde la acorralaron.
Aquella turba estaba ahí con toda la intención de enviarla al otro mundo, de hecho exigieron que abriera la puerta, pues la quemarían viva en leña verde, como se acostumbraba a terminar con cualquiera que se le acusaba de bruja.
La mujer por supuesto ignoró las amenazas, pero era tal la furia de la turba que forzaron la puerta y al ingresar para sacarla por la fuerza, un frío helado y una neblina espesa emano del interior. En la casa no había nadie.
La turba estaba confundida, hubieran jurado que la había acorralado. Fue en ese momento cuando notaron un árbol de pirul del que se escuchó una voz de ultratumba, burlándose de ellos, gritando maldiciones y confesando abiertamente que era una bruja.
El terror se apoderó de cada persona, no había otro remedio que derivar aquel árbol maldito, pero una vez más aquella mujer se burló de manera maliciosa, mientras les contaba que junto a ella tenía atrapadas las almas de 3 niños desaparecidos, y de hacerle daño a aquel árbol también se lo Arián a ellos.
Fue de ese modo que las madres de aquellos niños evitaron a toda costa que el árbol fuera herido de cualquier manera, pues los infantes no tenían culpa alguna de lo sucedido.
Desde entonces aquel árbol se encuentra en pie cautivando el alma de aquellos pequeños que se encuentran encerrados junto ala bruja y del cual si se llega a lastimar de cualquier manera emana un líquido blanquecino que pronto se vuelve rojo como la sangre.