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La casita del horror

La leyenda del brinco del diablo

El brinco del diablo

Esta leyenda pertenece a la comunidad de Abasolo, justo en la sierra norte de Huanímaro en una zona conocida en aquel entonces como los Tres picachos, (Un picacho es una especie de pico muy agudo de una montaña o risco), en ese lugar muchas personas tenían la costumbre de salir los fines de semana, a un sitio donde las familias solían comer e ir a pasar el rato. Pero en una ocasión todo cambió.

Resulta que aquella tarde cuando las personas preparaban sus acostumbradas actividades, en la punta de uno de los picachos inicio a formarse un fuerte remolino acompañado de unas nubes negras, de las cuales cayó una fuerte tormenta que oscureció el lugar.

Todos podríamos pensar que esto sería producto de la naturaleza y la mala suerte, pero una vez que los relámpagos cayeron una figura extraña hizo acto de aparición, brincando de un picacho al otro.

Las personas al mirar esta escena salieron despavoridas, tratando de encontrar al cura del pueblo, pero creyendo que ellos solo se habían asustado por el mal clima, les solicitó que volvieran a casa y de seguir la aparición buscaría la forma de ayudarlos.

A la mañana siguiente las cosas seguían iguales, y aquel extraño ser aún saltaba de punta a punta, por lo que la gente buscó al párroco para acordar una solución.

Al final de la plática llegaron al acuerdo de construir 2 cruces, que serían colocadas en los picachos. Ese ser estaba saltando y aunque la tormenta era fuerte, y parecía crecer a medida que se acercaban a su objetivo, colocaron la primera.

Esto pareció enfurecer a la naturaleza que inició a soplar con más fuerza. Los hombres corrieron al segundo picacho para levantar la segunda cruz, con la que el viento pareció desatarse aún más, hasta el punto de derribar unas grandes rocas que cayeron en dirección de sus hogares. Por fortuna se detuvieron justo antes de causar algún daño.

Desde entonces la criatura desapareció, pero al volver ahí, mirar la punta de aquellos grandes montes, y la distancia entre ellos, supieron que aquel ser se trataba del mismo demonio que estaba jugando en aquel lugar. Desde entonces aquellos picachos se conocen como el brinco del diablo.

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