En Guanajuato existen diferentes historias que narran la aparición de objetos gigantes, y en la leyenda de las dos comadres es justamente esto lo que busca, explicar la aparición de dos enormes rocas.
Las personas cuentan que aquellas piedras son dos mujeres que un día iniciaron a discutir, y debido a una mala acción terminaron transformadas en piedra, dándose la espalda la una a la otra. ¿Pero qué fue lo que sucedió?
Se narra que hace mucho tiempo vivían en Guanajuato dos comadres que se solían juntar para salir a recolectar verdolagas. Ambas mujeres se llevaban muy bien, y mientras caminaban se iban contando los chismes y diretes que había con las personas, sin embargo, era tan buena su relación que en una ocasión se iniciaron a contar sus amoríos.
La plática decía esto, decía lo otro, hasta que llego a ser tan profunda que se dieron cuenta que las dos salían con el mismo hombre, un tal Don Juan de Barriada.
En medio de tal descubrimiento, ambas se enojaron, ¿Cómo era posible que la contraria saliera con su amante? Iniciaron a discutir, se echaban en cara todo lo que podían, pelea que se fue acalorando acusándose de esto y del otro, hasta que la situación escalo hasta llegar a los golpes.
Aquí debo mencionar que según la tradición de la época, las comadres que se pelearan deberían de vérselas con el diablo.
Cuando la disputa llego a la parte física, ambas se abofetearon con tal saña que se enrojecieron el rostro. Se dice que en el instante en que ambas terminaron de darse ese primer golpe fueron transformadas en piedra.
Se narra que ambas rocas están dándose la espalda, pues aún siguen enojadas, sin embargo, también están lo suficientemente cerca porque aún se siguen contando los chismes de sus vidas. La gente cuenta que si pones mucha atención los días cuando el viento es fuerte, incluso puedes escuchar los murmullos entre las comadres que en ocasiones discuten, y en otras platican.