La historia data de la época de los españoles en cuyo relato de la leyenda se cuenta que en las puertas del templo de la comunidad de Las Margaritas en Guanajuato se encuentra allí enterrado un tesoro, que era parte de las reliquias que tenían en esa época.
Refieren los residentes que allí los espíritus guían a quienes emprenden la aventura de la búsqueda de esos cofres que contenían monedas de oro y el tesoro de los españoles.
La guía la encuentran para la búsqueda del tesoro con esas ánimas en pena que son las que les marcan el camino que deben recorrer para encontrar lo deseado. Los que se lanzan en la cruzada de realizar el recorrido terminan huyendo en su mayoría despavoridos, aterrorizados por el miedo que representa sentir esas ánimas rondándoles cerca.
Estas almas que andan guiando a las personas en la búsqueda del tesoro le piden que cumplan con una penitencia para ellas encontrar su paz y su tranquilidad y no seguir deambulando como un ánima sola. Otra parte de la historia refiere que parte de lo obtenido durante la búsqueda del tesoro debe ser donado a obras de caridad o a los pobres para que estas ánimas puedan ayudarle a localizar parte de ese tesoro escondido.
Este ritual para terminarlo se procede a realizar un velatorio en el panteón de Guanajuato, lo que representa una sepultura de manera simbólica en el que se coloca una caja en forma de ataúd vacía, lo que estaría representando que los espíritus podrán descansar en paz definitivamente.
¡Hay más!
Relata la leyenda del tesoro perdido de Las Margaritas que aquel que ose a no pagar o cumplir con lo que había prometido y decida marcharse de ese lugar al que quiso ir solamente para ver si lo que le contaban era verdad, pero debería irse con una maldición encima en la que podrán ocurrirle muchas cosas y por la que nunca habrá querido haber ido a esos espacios a recorrer en la búsqueda de los tesoros ocultos de La Margarita.
Cuenta la historia que años atrás unos muchachos se lanzaron una aventura de tomarse unos tequilas para probar suerte y acercarse lo más posible a buscar el tesoro perdido dejado por los españoles y que cuando perseguían las almas que los guiaban hasta la fortuna no solamente pudieron llegar hasta las puertas del templo, buscaron y socavaron la tierra en esa zona y localizaron el cofre con todo el tesoro preciado y tan anhelado.
Llegado el momento de recoger la fortuna que habían encontrado los jóvenes tras haber perseguido y ser guiados por las ánimas sintieron que unos caballos cabalgaban cerca y se les aventaban hacia sus cuerpos, asustados y temerosos por lo que se les apareció salieron corriendo dejando todo, cofre y el tesoro que habían encontrado. A la mañana siguiente fueron a husmear para ver que encontraban del tesoro o lo que habían excavado y en las puertas del templo no había señales de ningún tipo de movimiento de tierra.